Semanario Amateur

Mi nombre es Clarisa Baez. Soy estudiante de Licenciatura en Periodismo. En este blog subiré semanalmente notas, crónicas, entrevistas, cuentos, memorias (de todo un poco) escritas por mi. Si quieren que escriba sobre algún tema en particular, escribanme, y también los invito a participar de la encuesta publicada al pie de la página
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La habilidad para empezar una idea, es tan importante como la idea misma.

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jueves, 19 de marzo de 2015

ESTACIÓN TOMADA (Crónica)

Estación tomada

- ¿ La estación Avellaneda? .
- Ya la pasamos señora, era la anterior.
- No, la anterior decía “Darío y Maxi”
- Si, pero esa es en realidad “Avellaneda”.

Desilusión. Esa fue mi sensación ante la pregunta de la pasajera contigua a mi, una tarde hace 6 años atrás mientras que viajaba en el ferrocarril de Línea General Roca. No sabía en realidad porque, ni quienes eran “Darío y Maxi”, ni  los motivos por los cuales los andenes de esa estación estaban llenos de grafitis y de carteles con sus nombres. Lo que si sabía ( y me daba mucha rabia) era que el 26 de cada mes, el servicio de trenes era cortado, al igual que la Avenida Hipólito Irigoyen, por varios manifestantes, por razones desconocidas para mí. Solo los veía como un par de personas que interrumpían mi viaje y el de miles de pasajeros, con destino a quien sabe dónde.

 Actualmente soy estudiante de Periodismo en la UNDAV(Universidad Nacional de Avellaneda), por lo cual debo tomar el tren a diario, y bajar en la estación Avellaneda de Lunes a Viernes.
Jueves por la tarde. Coordine una entrevista con Victoria, una integrante del MTD(Movimiento de trabajadores desocupados), compañera de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, de los que investigando me entere que pertenecían a dicha organización, y que habían sido asesinados en la estación férrea, motivo por el cual todos los 26 de cada mes se realizan reclamos, y motivo también por el cual la estación tiene sus nombres escritos en las paredes, además de los grafitis y las esculturas.
Luego de la masacre ocurrida en la estación de Avellaneda el 26 de junio de 2003, los activistas compañeros de Kosteki y Santillán iniciaron un reclamo para que la estación de ferrocarril lleve el nombre de los difuntos en honor a su digno combate. Recién en 2013 lograron la aprobación de la ley 26.900 que declara que la estación pasa a llamarse “Darío Santillán y Maximiliano Kosteki”.
 Victoria me saluda, y me lleva a recorrer los pasillos de la estación.
-¿Que sentís Victoria, ahora que la estación lleva por fin el nombre de “Darío y Maxi”?
- Orgullo. Orgullo, porque esto es el resultado de luchas insostenibles, junto con amigos y familiares de Darío y Maxi, organizaciones territoriales, culturales, estudiantiles, políticas, sindicales, y también porque se consiguió la condena perpetua a los policías que los mataron acá, en este lugar, con las pruebas que teníamos, ósea, las fotos de los fotógrafos Kowalewsky y Mateos, y todos los que estuvimos acá, y fuimos testigos de ese momento tan feo.
- ¿Crees que toda la gente esta de acuerdo con el cambio de nombre de la estación?
- No, yo creo que no. Pero la gente tiene que entender que acá ocurrió una masacre, y que nosotros lo que queremos y por lo que siempre luchamos fue por hacer justicia, y de algún modo esto es algo que queríamos para mostrar  que ellos están presentes, que ellos luchaban por los derechos de todos, del pueblo, no solo por los de la gente de nuestro movimiento y por ellos mismos, sino por el de todos los trabajadores.

Tristeza, dolor, angustia. Llantos, gritos, bronca. Eso es lo que reflejan las paredes de la estación cuando uno transita los pasillos .Me cruzo más tarde con un pasajero de la Línea General Roca, con el cual entable una breve conversación:
¿Señor, sabe usted lo que paso aquí en el año 2003?
- Si, fallecieron Darío y Maxi, que eran miembros de una agrupación piquetera.
¿y está usted de acuerdo con que la estación lleve sus nombres?
Sí, estoy de acuerdo. Me parece que es un reconocimiento que merecen esos pibes, que eran jóvenes y luchaban por algo más digno.

Hasta el momento, parecía ser que la mayoría estaba de acuerdo con el cambio de nombre. Unos días después de la entrevista realizada a Victoria y al pasajero de la línea férrea, al bajar del tren me dirijo hacia la boletería para preguntarle  a un empleado si podía realizarle una entrevista.
Buenas tardes. Mi nombre es Clarisa, y soy estudiante de Periodismo de la UNDAV. Estoy escribiendo una crónica sobre la masacre de Darío y Maxi. ¿Será posible hacerte una entrevista?
¿Cómo estás? Mira, nos tienen prohibido hablar del tema… son órdenes “de arriba”. Si queres te puedo dar anónimamente mi opinión.
Si, como no… ¡contame!
La verdad es que no estoy de acuerdo con el cambio de nombre, porque mira.. hace unos años mataron a un compañero nuestro en la estación de Monte Grande… entonces la estación también debería cambiar el nombre y llevar el de nuestro ex compañero. ¿o no?...Si hablamos de justicia… entonces que también le cambien el nombre a la estación.

No es tan ilógico lo que el empleado de manera anónima nos cuenta. La realidad es que la mayoría no está de acuerdo con el cambio de nombre… es solo una mínima parte de personas allegadas al movimiento la que alza la bandera de felicidad ante dicho cambio. No debería haberse cambiado el nombre de un ex Presidente de la Nación Argentina por el de dos revolucionarios. Sí, es injusto lo que paso, la represión policial, y la muerte injustificada de estos dos jóvenes que luchaban por algo mejor. Pero la realidad también es que la estación hace referencia a una ciudad, y la ciudad no es “Darío y Maxi”, es Avellaneda. Estén de acuerdo o no, la ley ya dictamino el cambio de nombre.
 A pesar de que la estación está repleta de mensajes, signos y símbolos, como las estatuillas con sus nombres, frases como  “Estado asesino”, “Darío y maxi siempre presentes”, “Sin las mujeres la lucha esta por la mitad”, “policía represora”, dibujos en las paredes donde se ve un policía con un bastón pegándole a una persona, o expresiones donde se ven varios manifestantes con carteles, que hacen alusión a reclamar por la lucha de sus ex compañeros, existe mucha gente que no les presta atención. Gente que pasa todos los días, o gente que pasa cada tanto, gente que presta poca atención o quizás no ve nada, y otras personas, como Victoria, para los que todo eso significa más que paredes. Significa la expresión de una masacre. Una cruel y real masacre. Para otros son cosas sin sentido, para algunos la nada misma, porque bajan del andén, salen de la estación, y siguen su rumbo hacia (vaya a saber uno) que lugar. Pero la realidad es que las paredes hablan. Las figuras y los símbolos que se encuentran en la estación tienen historia, poder, lucha, sufrimiento. Todo está guardado en la memoria. Todo está plasmado en los muros. Esas tapias reflejan lo que paso aquel 26 de Junio de 2003, estallan, reclaman, lloran. En ellas se ve dolor, padecimiento, agonía. Un  fiel reflejo de una cruel realidad, que es sacada a la luz para algunos y a la vez escondida en las sombras de los pasillos y andenes de la Línea General Roca. Quizás algún día esas paredes oscuras salgan a la luz para todos, y esos mensajes cobren un mayor sentido para las personas que como hace años atrás yo lo hacía, hoy pasan por la estación, o bajan al andén y siguen su rumbo sin ver la realidad allí plasmada.

EL MONSTRUO Y LA ESTATUILLA (Cuento)

Recuerdo ese día como si fuera hoy. Estaba en la casa de mi abuela en una piecita que era "La pieza de los nietos", es decir, una habitación exclusiva para mi hermana, mis primos y yo. Mi abuela vivía (y vive actualmente) en una gran casa ubicada en una calle que está pegada a las vías del ferrocarril, en la localidad de Turdera a una cuadra de la estación de trenes. Había otra habitación que mi abuelo usaba de oficina, donde realizaba cuentas y trabajos personales. Además un dormitorio destinado a mis abuelos, dos baños, una gran cocina y un comedor inmenso lleno de cuadros en sus paredes  con muebles antiguos. Sobre uno de los bargueños había una estatuilla que tenía forma de una mujer joven y fina, a  la cual yo le temía mucho y más aún cuando las luces estaban apagadas o cuando podía distinguirla por medio del reflejo de la luz del baño contiguo al merendero. Los cuatro nietos creíamos que en la oficina había un monstruo que en las noches se juntaba con la mujer estatuilla y planeaban hacernos cosas malas o hasta matarnos y también teníamos miedo al ruido que emitía el tren cuando pasaba por las vías fuertemente y provocaba el temblor de las cosas del hogar.
Una noche de mucho frío decidí quedarme a dormir en la casa de mis nonos. A medianoche me desvelé con ganas de ir al baño. Fue entonces cuando caminé a través de la oscuridad por un largo pasillo que conectaba a las habitaciones con el comedor y el baño. En ese preciso instante pasaba un tren por las vías. Con mucho temor encendí la luz del baño y ví como la mujer estatua caía al piso y se desasía en pedazos. Nunca supe si fue el temblor del ferrocarril el que provocó la caída o el monstruo de la oficina que discutía con ella.

Medios de comunicación e Internet: Concentración, centralización y convergencia digital (Nota informativa)

En la actualidad, los comunicadores tienden a un acaparamiento de la propiedad, una centralización geográfica y ana confluencia digital, con una posición dominante que genera un abuso desde la pespectiva de la defensa de los valores democráticos.
Internet. ¿Qué es internet?  Según Juan Benavente, es una “caótica nube a la que se accede mediante un modesto cableo o por ondas de radio (wi-fi)”. En palabras mas sencillas, Internet es un conjunto de redes de comunicación interconectadas entre si, que nos permiten el acceso a esa “nube caótica” que guarda información en el ciberespacio, y permite la comunicación a través de diferentes aplicaciones, el acceso a distintas informaciones y entretenimientos, entre otras diversas opciones. Por este medio nosotros accedemos a lo que hoy llamamos un “bien digital”, que resuelve la vieja escases preocupante y deja de ser privativo, ya que un mismo archivo puede ser escuchado, observado y leído por un número infinito de sujetos. Cabe destacar que solo las personas que disponen de un hardware (PC, tableta, etc.) y acceso a redes pueden utilizar estos bienes digitales. El surgimiento de dichos bienes esta acompañado por la extensión de la interconexión y la masificación de acceso a las mismas, y pone en riesgo la producción cultural. Uno de los mayores problemas es la piratería, donde la primera victima es el productor, la segunda es el autor y los victimarios o responsables son los usuarios y consumidores, ya que pasan por alto el derecho de autor y el pago.
Por otro lado, hoy en día, la concentración de la propiedad de los medios de comunicación alcanzo su predominio gracias a la autorización de sucesivos gobiernos, el apoyo económico del estado y la debilidad de una regulación que impulso la analogía y la perspectiva de los actores en los mercados de los medios. Según Smiers (Licenciado en Ciencias políticas)en muchos estados no se usa la ley de competencia en lo que respecta al campo de la cultura, lo cual genera una posición dominante en los medios masivos de comunicación, es decir, un abuso desde la contingencia de la defensa de los valores democráticos. Dicha concentración genera la unificación de la línea editorial y reduce la diversidad a la influencia de pocos y concentrados grupos que enturbian los intereses del conjunto. 
Como consecuencia todo lo anteriormente dicho, se crea una preocupación por la concentración centrada en la posición dominante que algunos grupos pueden ejercer en las redes tradicionales de producción y distribución masiva de información y entretenimiento. No solo se refiere a medios como Radio, Televisión y Prensa escrita, sino también a medios digitales, es decir, una convergencia digital, que genera una ampliación en el objeto del análisis, ya que actualmente la información y el entretenimiento son producidos y distribuidos a través de redes de telefonía móviles y servicios de internet. 
Además de esta concentración de propiedad también destacamos la problemática de la centralización geográfica, la cual genera que la producción y los contenidos de informaciones se realicen en los lugares sede de los principales grupos mediáticos, provocando la debilitación del espacio publico y a su vez empobreciendo las diferentes versiones sobre lo real por parte de los lectores, condenando una mala representación a muchos sectores de la sociedad que habitan el interior de los países.